Knack 2 - Análisis

Cuando todas las piezas encajan.

Solo hacen falta 10 minutos jugando a Knack 2, el segundo intento de Mark Cerny y SCE Japan Studio por crear un 'hero game' icónico para PS4, para darse cuenta de aquella primera entrega que se lanzó en 2013 era un título a medio hacer, con muy buenas ideas e intenciones, pero a medias. Aquel Knack que llegó con la flamante nueva máquina de Sony no terminó de convencer. Pero el empeño, y la obstinación porqué no decirlo, del creador de juegos de héroes eternos como Crash Bandicoot, Spyro The Dragon, Jak and Daxter o Ratchet & Clank, le dan a Knack una segunda oportunidad.

Ya lo sospechábamos, pero queda claro que Knack 2 se parece mucho a lo que debió ser aquel título que llegó en la primera hornada de juegos de la recién llegada PS4. Tal vez las prisas hicieron que el título original apareciese inacabado, demasiado pronto, sin terminar de pulir. Así, aunque sorprendió en algunos aspectos y dejó algunas buenas sensaciones, es un juego del que no ha quedado un gran recuerdo, sobre todo por lo monótono y repetitivo de sus fases. Aún recuerdo aquellos pasillos eternos plagados de enemigos, que daban paso a otro pasillo eterno plagado de enemigos.

Seleccionar y mantener las partes de la fórmula que funcionan y corregir los errores suele ser la receta ideal para crear una secuela de éxito. Y parece que este ha sido el mantra de Cerny y compañía, que se propusieron construir un divertido juego familiar, pero también renovar la fórmula de los míticos juegos de plataformas, los 'hero games' reconocibles por el héroe que aparecía en su portada, y así ganarse el favor de los jugadores más veteranos, que buscan retos como estos títulos de antaño.

Knack 2 comienza metiéndonos otra vez en la piel de la simpática criatura construida a base de amontonar pequeñas piezas, las famosas reliquias esparcidas por el mundo, que le permiten cambiar de tamaño, desde el pequeño muñeco adorable y enclenque hasta el monstruo de 20 metros de altura. En una especie de rápido prólogo, aprendemos los controles básicos de Knack y entendemos que este particular mundo en el que vive se encuentra otra vez en grave peligro, y Knack y sus amigos, viejos conocidos de la primera entrega y algunas caras nuevas, tendrán que volver a salvar el día.

Knack 2 en acción en PS4.


Pero ya en estos diez primeros minutos de juego reconocemos las grandes mejoras que aportan al título mejor ritmo, jugabilidad y posibilidades. Aunque tendremos que aumentar el nivel del personaje y mejorar sus habilidades a lo largo de la aventura, Knack ya comienza el título con cuatro veces más movimientos que su alter ego de hace cinco años. Ya puede esquivar golpes en cualquier dirección, dar patadas y puñetazos de diferentes grados de intensidad, cubrirse y saltar y manternerse en el aire (con un doble salto y un doble salto aumentado).

La cámara, eso si, sigue siendo fija, y los desarrolladores la colocan donde, se supone, que ayuda a cada situación, y esto nos traerá algún que otro disgusto por encontrarnos en algún ángulo muerto, o nos hará fallar un golpe o un salto en algún inoportuno cambio de plano. Tampoco hay ningún bloque automático de nuestros ataques hacia los enemigos, lo que nos obliga a situarnos exactamente donde necesitamos en mitad de los combates, y dirigir exactamente nuestros ataques en la dirección y distancia que deseamos para impactar en nuestro objetivo. Esto, aunque poco común en los tiempos que corren, parece obligado debido a la gran cantidad de enemigos que nos rodean en muchas ocasiones. Además, lejos de ser un handicap, lo vamos a poner en el lado de las ventajas, ya que el título así es un reto más divertido de superar.

La historia de Knack 2, sin ser nada del otro mundo, mejora en algo la de su predecesor, dotando a la aventura de un tono algo más épico . Así, nos vamos sumergiendo en una trama episódica que nos lleva a una enorme confrontación entre humanos (ayudados por Knack) y goblins (ayudados por máquinas, autómatas y robots de todos los colores y tamaños). Y esta confrontación pasa de pequeñas escaramuzas a una guerra abierta total, donde Knack y sus colegas buscan seguir adelante dentro de una conflicto bélico casi global. Eso sí, la historia se va desinflando, pierde interés y termina siendo más de lo mismo. Además, Knack sigue sin ser un personaje con personalidad, le falta algo, y los personajes secundarios, completamente planos, tampoco ayudan.

Las fases vuelven a tener el acento puesto en el combate y las habilidades de batalla de Knack, por lo que pasaremos la mayor parte del tiempo dando mamporros de todos los colores, pero hay que decir que también contienen largos momentos de exploración, plataformas puras y puzzles. Esta combinación hace que los niveles sean muy variados, con cambios de escenarios (interiores o exteriores), cambios de jugabilidad, de perspectiva y de ritmo. Estas habilidades de Knack, aunque centradas en el combate, también serán útiles y obligatorias para resolver puzzles o superar plataformas.

Plataformas en Knack 2

Un perfecto ejemplo de esto es la posibilidad de pasar de un gran Knack, al pequeño Knack original tan solo pulsando el botón R1. Esto nos permite meternos por lugares pequeños o estrechos, pero también es útil para pasar bajo rayos láser o una cuchilla giratoria, o para esquivar un golpe poderoso de un enemigo. Esto nos permite resolver las situaciones o combates de muchas formas creativas. Y todas las posibilidades se multiplican cuando Knack aprende nuevos trucos.

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Knack 2

Sony Computer Entertainment | 5 de septiembre de 2017
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